BAUTISMO

El primer sacramento de la iniciación recibe, ante todo, el nombre de Bautismo, en razón del rito central con el cual se celebra:

Bautizar significa «sumergir» en el agua; quien recibe el bautismo es sumergido en la muerte de Cristo y resucita con Él «como una nueva criatura» (2 Co 5, 17). Se llama también «baño de regeneración y renovación en el Espíritu Santo» (Tt 3, 5), e «iluminación», porque el bautizado se convierte en «hijo de la luz» (Ef 5, 8).


¿Cómo solicitar el Bautismo?

  • El Bautismo lo solicitarán los padres en el despacho parroquial y habrá que rellenar la solicitud de bautismo que firmarán el padre y la madre.

De acuerdo con los padres se pondrá la fecha del bautismo así como la fecha de la reunión preparatoria que suele ser el día anterior.

Normalmente los bautizos serán comunitarios procurando no crear grupos demasiado numerosos.


Padrinos

  • Los padrinos han de ser mayores de 16 años y confirmados, procurando que lleven una vida cristiana digna de la responsabilidad que se les va a confiar.

Cuando los Niños son mayores de seis años el proceso será dentro del itinerario de preparación a la Primera Comunión.

En el caso de ser adultos el itinerario será distinto porque se han de recibir los sacramentos de la iniciación Cristiana a la vez: Bautismo, Eucaristía y Confirmación. En el caso de desear recibirlos pónganse en contacto con alguno de los sacerdotes.

¿Qué se requiere para ser padrino?

Para que alguien sea admitido como padrino, es necesario que:

    • Haya sido elegido por quien va a bautizarse o por sus padres o por quienes ocupan su lugar o, faltando éstos, por el párroco o ministro; y que tenga capacidad para esta misión e intención de desempeñarla;

 

    • Haya cumplido dieciséis años;

 

    • Sea católico, esté confirmado, haya recibido ya el santísimo sacramento de la Eucaristía y lleve, al mismo tiempo, una vida congruente con la fe y con la misión que va a asumir;

 

    • No esté afectado por una pena canónica, legítimamente impuesta o declarada;

 

  • No sea el padre o la madre de quien se ha de bautizar.